PERIODICO PIONERO EN EL PATRIMONIO CULTURAL DE CHILE

Periódico pionero en el Patrimonio Cultural de Chile

AÑO 5 - RPI N° 158762 (todos los derechos reservados- formato papel)















sábado, 18 de julio de 2009

Museo del Carmen de Maipú, Chile.



Museos que hablan

Por Dolores Pizarro Vidal

Si bien la palabra museo viene del griego mouseion, “templo de las musas” los primeros museos surgen a fines de la Edad Media. Los monarcas de los reinos europeos y los papas de la época que por entonces (en parte gracias a Las Cruzadas) habían ya derrumbado los muros feudales, son los primeros en hacer museología. En sus cabinets guardaban las curiosidades obsequiadas por los embajadores que solían recibir en sus despachos. De hecho así nacieron los museos del El Louvre, El Ermitage y El Prado y del Vaticano.

Nuestro hermoso Museo del Carmen de Maipú, ubicado al costado norte del Templo Votivo fue creado en 1956 por el Cardenal José María Caro ( 1866 – 1955), dependiente de la Corporación Voto Nacional O´Higgins, constituye une espacio privilegiado para introducirse en la historia militar, social, religiosa y artística de Chile en tiempos pasados. Sus valiosísimas colecciones provienen de legados, depósitos y donaciones de un puñado de particulares que comprendieron el valor de heredar a las futuras generaciones las historias de ayer.

Las maravillas del museo constituyen una variedad de objetos que reúne entre ellos, imaginería religiosa, pintura americana y europea, vestuario y uniformes, platería, documentos históricos, mobiliario, carruajes, objetos de uso personal de nuestros héroes de la patria.

La colección de obras de arte de inestimable valor histórico , entre todos ellos quisiera referirme y destacar al mural “Batalla de Maipú” de Fray Pedro Subercaseux, ( 1954) es extraordinario, como tal es posible divisar cada uno de los detalles que el artista desea interpretar , además es un paseo visual por todos los características más relevantes y también detalles que hablan por sí solos que le relatarán la gran batalla de Maipú.

Expone cuatro aspectos dignos de detenerse a observar ; primero los estandartes y banderas que las tropas patriotas llevan como estandarte la bandera llamada de transición entre la de azul, amarillo y blanco de la Patria Vieja y la actual de la estrella solitaria, creada en octubre de 1817. Al centro, O´Higgins y San Martín ante la Virgen del Carmen.

Segundo, los huasos a caballo don Benjamín Vicuña Mackenna llama a la batalla que le dio la victoria final a las armas patriotas “de ponchos y cascas”, pues en ella los huasos hicieron tantos estragos como los cañones de los artilleros. Tercero, la caballería gran participación tuvo en esta batalla la Caballería, razón por la cual, todos los años, en honor a esta histórica fecha, se celebra el día de las Armas de la Caballería Blindada y como quinto aspecto el sacerdote dando el sacramento de la Extramaunción (1880-1956), hijo del pintor y diplomático Ramón Subercaseaux, fray Pedro se crió y formó artísticamente en Europa. Luego de 14 años de matrimonio, él y su esposa obtuvieron permiso especial del Papa para dedicar su vida a Dios. El entró a los Benedictinos en Quarr, Inglaterra y ella a las Damas Catequistas en España. Es el fundador del Monasterio de la Santísima Trinidad de los Benedectinos en Chile.

Este Museo fue el depositario de una de las bibliotecas privadas más grandes del período colonial, la del obispo de Santiago Manuel de Alday y Aspée, la misma que a su muerte en 1788 llegó a tener 2.058 libros. Asimismo, cuenta con una colección de documentos, cartas, cuentas, diplomas, títulos, interesantísimos tanto por su contenido como por sus firmantes señores Carrera, Rodríguez y Bolívar.

Entre ellos podemos mencionar documentos invaluables como la Fe de bautismo de Diego Portales, Presupuesto de edificación de l Casa de Moneda presentada por Joaquín Toesca al rey de España (1782), Edición original de la letra de la Canción Nacional, cartas del dominico Juan María Mastai Ferretí quién vivió en Chile en el convento de la Recoleta Dominica y luego en 1846 asumió como Sumo Pontífice con el nombre de Pío IX.

Mis disculpas si no continuo contándoles más, sin embargo esto y mucho más lo tenemos tan cerca, bueno suele suceder como todo en la vida generalmente no apreciamos lo que tenemos.